Misión no tan imposible

Misión…!No tan imposible!!!.
Deuteronomio 30:1-20

Debo confesar que soy adicto a las películas de James Bond (también conocido como 007). Bond es un personaje ficticio creado por el novelista inglés Ian Fleming en 1952, año en que fue publicada su primera novela, Casino Royale, en donde el autor se refiere a Bond como a un agente secreto de inteligencia británico. Bond es un personaje al que nada lo detiene, tiene armas para toda ocasión, sabe esquiar, bucear, boxear y todo lo que se ofrezca. Conocimientos sin fin y además un galán con las mujeres. Lo peculiar de este personaje es que es enviado a “misiones imposibles”. No importa lo complicado que parezca, al principio de la trama, al final él consigue el éxito en la misión.
Cuando preguntamos a la mayoría de los cristianos si es posible el cumplir los mandamientos de Dios a cabalidad, la respuesta común es: Nadie puede. Para la mayoría es la respuesta verdadera, su experiencia personal demuestra lo difícil y complicado que es obedecer a Dios.
Pero el cumplimiento de los mandamientos de Dios viene a ser una experiencia personal a todo creyente cuando entiende la ECUACIÓN que implica el alcanzarlos, con la ayuda de Dios, Porque:
I.- AUNQUE ES UNA ORDEN…NO ES IMPOSIBLE
“Este mandamiento que yo te ordeno hoy no es muy difícil para ti, ni está fuera de tu alcance”. Deuteronomio 30:11. DHH
Muchas personas ven imposible cumplir los mandamientos de Dios, y presentan el argumento de que NO se puede obedecer por mandamiento o decreto. Pero ellos olvidan algo, la respuesta se encuentra en la naturaleza de Dios y en la naturaleza del hombre. Dios, siendo quien es, debe recibir obediencia de sus creaturas. El hombre, siendo quien es, debe rendir obediencia, ya sea que sienta o no amor en su corazón por su creador. Se trata del derecho soberano de Dios de requerir obediencia de sus criaturas.
El primer pecado del hombre, fue la desobediencia. Cuando desobedeció a Dios, el hombre violó los derechos del amor divino con el resultado de que el amor de Dios murió en él. ¿Qué puede hacer el hombre para restaurar nuevamente ese amor en el corazón? El corazón que se duele por su frialdad hacia Dios sólo necesita arrepentirse de su pecados, regresar a Dios, y un amor nuevo y cálido fluirá en su interior. Una vez que el corazón renovado en Dios es una experiencia personal, no habrá ningún problema para amarle…menos para obedecerle. La cuestión principal es ¿Sabemos escuchar a Dios?

ESCUCHAR BIEN AYUDA A VENCER. Erick Weihenmayer alcanzó la cumbre del Everest el 25 de mayo del 2001. El Everest es una montaña donde el 90 % de los escaladores NO llegan a la cima, y 165 han muerto desde 1953 en el intento. Puede parecer entonces una hazaña realizable, pero en Erick es más admirable, ya que es ciego, perdió la vista a los 13 años a causa de una enfermedad degenerativa de los ojos. Pero su ceguera no le detuvo para alcanzar ese reto, y su éxito se debía a que supo escuchar bien. Erick escuchaba la campanilla atada a la espalda del alpinista que iba delante de él, la campanilla le indicaba qué dirección seguir.
Además escuchaba la voz de sus compañeros que le gritaban: ¡Abismo a 50 cms a tu derecha!. Escuchaba el sonido de los picos al encajarse en el hielo, lo que le indicaba si el hielo era seguro para pisar. Cuando seguimos un viaje arriesgado, ¡Saber escuchar bien es determinante!“

Estamos en la “era tecnocrática”, la era que pone en las manos del hombre “todo” y al instante, y sin luchar, ni pagar un precio personal. El hombre de hoy camina hacía una librería y busca “lo actual”: “Los secretos del éxito. Los secretos del buen sexo. Los secretos de los templarios. Secretos para obtener lo que deseas. Secretos para perder peso. Y sigue y sigue. ¿Alguna vez no te preguntas “si todos estos son secretos, como hemos sobrevivido tanto tiempo?” Nuestra cultura post-moderna adora la idea de los secretos porque los secretos alimentan nuestro ego con poder y control. Yo sé algo que tú no sabes, y puedo tomar ventaja de situaciones que tú no conoces. Por lo tanto, soy mejor que tu.
¿Qué tal si la vida no es así? ¿Qué tal si todo es una cortina de humo diseñada para tentarte a que desees poder? ¿Qué tal si tuviésemos una perspectiva en lugar de la perspectiva meramente humana? Súbitamente descubriríamos que la vida es muy sencilla. En realidad no existen secretos para adquirir poder sobre la manera de ser de la vida. Desde la perspectiva bíblica, la vida es sencillamente lo que parece ser. Dios diseñó la vida para que cualquiera que pregunte, sepa que hacer. De hecho, Dios dio instrucciones sobre la vida antes que hiciésemos las preguntas. Nos proveyó de la Ley, un código de conducta que gobierna las relaciones con El, con nosotros mismos, con las otras personas y con el resto de la creación. Dios nunca nos dejo en oscuras nos dijo de entrada todo lo referente a la vida y cómo conducirnos apropiadamente.
Desde la perspectiva bíblica, no existe verdad profundamente oculta detrás de las apariencias que encontramos con nuestros sentidos. A su vez, allí esta la vida como es. Y Dios, Quien no está escondido en el otro mundo trascendente, está aquí justo en medio de todo, interactuando con nosotros, guiándonos, proveyendo y protegiéndonos – en medio de la vida como es-.
De hecho, Dios nos dice claramente que lo que él da como guía de vida es: “Ni muy difícil ni fuera de nuestro alcance” (lo-nif. let hiv mim). Las instrucciones son claras y sencillas. Sin secretos.
¿Qué sucedería a tus creencias si superáis que la vida es exactamente lo que parece ser, y que lo bueno, lo malo y lo feo son todos factores entretejidos en el orden de existencia de Dios para el mundo caído? ¿Cómo cambiaria tu pensamiento si supieras que lo que Dios ha revelado ya sobre Si mismo y Sus propósitos es suficiente para vivir una vida plena y llena de satisfacciones aquí y ahora, en medio de sistemas bajo el control del maligno? ¿Qué tal si comprendieras que encontrar la solución correcta era realmente un mito? La solución correcta nunca estuvo escondida. Estaba aquí justo delante de ti, en Su Palabra. ¿Te sentirías aliviado? ¿Te regocijarías? ¿Dejarías de sentirte culpable por no conocer los secretos de la vida? Ahora, permíteme contarte un secreto. No hay secretos. ¡Sólo lee LA BIBLIA!

Y si no tomas la Biblia como fuente autoridad en tu conducta, entonces tienes un problema…y muy grave. El apóstol Judas lo describe de la manera siguiente:

“Éstos son los que causan divisiones y se dejan llevar por sus propios instintos, pues no tienen el Espíritu” Judas 1:10

¿Que sucede cuando los hombres y mujeres resisten continuamente a Dios? La mayoría diría que perecerán en sus pecados. Eso es cierto, pero eso pone el enfoque en el fin de sus vidas. Judas ofrece una perspectiva adicional. Los seres humanos que rehúsan someterse a la autoridad de Dios van de picada en otra dirección. Ese camino les aleja de la existencia humana y son dirigidos hacia la conexión con el mundo animal. Judas menciona esto dos veces en su pequeña carta. Aquellos que viven sin el Espíritu de Dios están vivos, pero cesan de ser humanos. Sin Dios, los cuerpos animados sólo son seres “irracionales”, como bestias.
Esto es la evolución, pero al revés. A Darwin y sus seguidores les gustaría que creyéramos que nuestro origen fue desde un charco pestilente, desde un “ajolote”, desde la vida animal y que hemos caminado a una evolución “progresiva”. Pero la Biblia nos enseña justamente lo opuesto. Nosotros iniciamos lo más cerca posible de Dios, solo a un suspiro de Su imagen, y nos hemos degenerado progresivamente desde entonces. Aún en este mundo, si continuamos en esta trayectoria, nos convertimos en animales. La conclusión es obvia. Ser humano es estar lleno del Espíritu. Cualquier otra cosa es simplemente una existencia animal.
Judas utiliza una palabra muy interesante para describir este hecho. La palabra griega es psiquico. Esta palabra la usan Pablo y Santiago y con lleva la idea de lo que es terrenal y animado, a veces hasta profano. Pablo describe a los incrédulos con esta palabra: “El hombre natural (psíquicos) no percibe las cosas que son del espíritu de Dios, porque para él son locura; y no las puede entender porque se han de discernir espiritualmente”. Para Pablo ser incrédulo implica culpabilidad, no significa necesariamente una reducción en su humanidad. Para Pablo, psiquicos es el hombre “natural”.
El hombre “natural” es el que vive como si no hubiera nada más que la vida física, no piensa nada más que en las necesidades materiales. Una persona así no puede entender las cosas espirituales, el que considera que lo material es la meta suprema de su vida no puede entender la generosidad. Es fácil llegar a estar tan involucrado en el mundo que lleguemos a pensar que no existe nada más allá de él.

Judas lleva la palabra un poco más lejos que Pablo. Aquellos que se separan a sí mismos de Dios por causa de sus deseos y orgullo están a un paso más cerca de convertirse en bestias, no humanos. De hecho, Judas dice que estas creaturas son “como animales, sin razón alguna” (v. 10). La acusación es severa. A menos que permanezcamos conectados con el Espíritu, estaremos verdaderamente perdidos, tanto aquí como en el mundo por venir.
Quizás esto explique el tipo de acciones que vemos hoy en día en el mundo. En esta semana una madre de familia tuvo a su hijo en un hospital, lo dejo tirado en un arbusto al salir. En otro suceso en la ciudad de México una mujer robo a un bebé y lo saco del hospital en una bolsa, como si fuera una mercancía.
Nos sorprenden las atrocidades humanas, pero solo quedamos atónitos por el hecho que esperamos algo más de los seres humanos. Nosotros no esperamos que actúen como bestias. Sin embargo, se comportan como tales. De la perspectiva de Judas, todo tiene sentido. Aquellos que están sin el Espíritu ya van por el camino a convertirse a existencia animal. ¿Por qué debemos sorprendernos cuando les vemos actuar como bestias?

Generalmente pensamos que el motivo por el cual debemos de presentarle el evangelio a los perdidos es para proveerles la oportunidad de aceptar la gracia y salvación de Dios. Para la mayoría de nosotros, esto significa certeza del cielo. Judas nos hace un llamado para ver un tema más inmediato. La gracia de Dios nos permite ser humanos. Dios me libra ahora mismo de un desliz hacia comportamiento animal. Si, el cielo será maravilloso, pero no es mi preocupación inmediata. La preocupación inmediata es revertir la degeneración inevitable de mi humanidad. Necesito la gracia de Dios para poder ser humano. Cada creyente, nacido de nuevo, dará fe de esto. Cada creyente debe de estar consciente de esto. La salvación es mucho más que solo algo que me ayudará a pasar a la vida eterna. Es la única parada en el desliz Darwiniano inverso. Ese es un mensaje que vale la pena repetir.

El peligro de ver el cumplimiento de los mandamientos de Dios como imposibles es que podemos perder de vista al Dios que nos los dio hasta el punto que dejen de existir para nosotros. Podemos perder las facultades cuando dejamos de usarlas. Lo vemos en cosas sencillas: Si dejamos de practicar algún deporte que ya hacíamos bien, al dejar de practicarlo, perdemos las habilidades para hacerlo. Si toca algún instrumento y deja de hacerlo, pierde usted la habilidad. Puede usted aprender un idioma extranjero, pero si nunca lo habla, perderá la habilidad de hablarlo. Cualquier persona puede escuchar la voz de Dios, pero si se niega de manera insistente a escucharle, entonces sus instintos serán el motor de su conducta, y terminará por ya no escuchar la voz de Dios, y no le quedarán más para guiar su vida que sus deseos brutales. Debe ser terrible quedar sordo a Dios, pero vivo para los deseos carnales.

Dios nos hace llegar su palabra ante nuestros ojos en blanco y negro, palabra de Dios en palabras de hombres, escrita por hombres inspirados por él mismo, Dios nos habla en forma total y verdaderamente divina, pero también en forma total y verdaderamente humana. Moisés asegura aquí que el cumplimiento de la palabra de Dios está a nuestro alcance: “Porque este mandamiento que yo te ordeno hoy no es demasiado difícil para ti, ni está lejos. No esta en el cielo, para que digas: ¿Quién subirá por nosotros al cielo, y nos lo traerá y nos lo hará oír para que lo cumplamos? Ni está al otro lado del mar, para que digas: ¿Quién pasará por nosotros al mar, para que nos lo traiga y nos lo haga oír, a fin de que lo cumplamos” (Dt. 30:11-14)
¡Maravillosa gracia de Dios!, que acomoda su Palabra a nuestras situaciones cambiantes, que nos encuentra donde estemos para traernos de regreso y conducirnos a donde debemos estar. Aquí es donde esta el poder para redirigir del evangelio y crear cosas nuevas, como siempre lo ha hecho. Dios llama a Abraham a salir de su pueblo, para crear un nuevo pueblo; en Cristo, la palabra hecha carne, Dios inaugura una nueva era, porque si alguno está EN él; “las cosas viejas pasaron, todas son hechas nuevas”

La Iglesia se reúne en domingo para escuchar la “palabra de Dios”, con esa convicción puede pasar al lunes, la adoración a nuestro Dios nos prepara para el servicio, podemos ir a nuestras actividades diarias y testificar al mundo sostenidos por la gran verdad: “Así dice el Señor”, con una vida que avale esas grandes verdades vitales para la vida, ¡haciendo posible, lo imposible!

II.- AUNQUE PARECE DIFÍCIL… ES FÁCIL… Y A TU ALCANCE
“Este mandamiento que yo te ordeno hoy no es muy difícil para ti, ni está fuera de tu alcance” Deuteronomio 30:11. DHH
PORQUE EL PECADO “SABE BUENO”. Una psicóloga en la universidad de Pensilvania llevó a cabo un experimento en el cual tomo parte un buen grupo de niños adolescentes. Los encerró en un salón y puso en un lado comida nutritiva; frutas, verduras, leche y un poco de carne. En el otro lado pusieron una gran cantidad de comida “chatarra”. Cuando los niños entraron al salón, unos se lanzaron sobre la comida nutritiva, unos pocos, y la mayoría sobre la comida chatarra.
Cuando preguntaron a los que se fueron a la comida nutritiva, respondieron que sólo comían lo que aprovechaba su organismo de manera óptima, que así les habían enseñado sus padres. Los de la comida “chatarra” dijeron que también sus padres les habían enseñado que deberían de comer sólo cosas que su no dañara su organismo. Y les preguntaron, ¿Entonces, porqué relanzaron hacia la comida chatarra? Y respondieron: ¡Porque se nos ha dicho que hace daño, y queremos ver si es cierto!
Esto ilustra lo que Pablo enseña, creemos que en verdad es divertido pecar… y que el pecado sabe muy bien… aun cuando sabemos que es dañino para nuestra vida.

La palabra hebrea para difícil es palá, designa un acontecimiento que, respecto a lo que una persona está acostumbrado y a sus expectativas, imposible. La limitación humana es la que ocupa el primer plano.
La palabra para “lejos” es rakjóc, es estar lejos, inaccesible. Su uso teológico se concentra en la profecía y en los Salmos, afirmando que el pueblo de Israel se alejaban de Dios (Isaías 29:13) y de ahí provenía su ruina, pero los mandamientos de Dios estaban accesibles a todo Israelita, motivo que recoge muy bien Deuteronomio 28 al hablar de las bendiciones de la obediencia.

Moisés dice: Obedecer a Dios ni es tan difícil, no está fuera de nuestro alcance. Además obedecer a dios nos llevará a la libertad del pecado. Pablo declara lo siguiente:
“Porque el pecado no tendrá dominio sobre vosotros, pues no estáis bajo la ley sino bajo la gracia. (Romanos 6:14 LBLA)
“El pecado no tenga dominio sobre vosotros”, ¿Dónde hemos visto esta frase antes?
Exacto en el A.T, específicamente en el libro de Génesis 4:7. Estas palabras aparecen en la historia de Caín, y ahora las usa Pablo en Romanos. Debemos comenzar la investigación preguntando cómo se utiliza la palabra hebrea DOMINIO (moshel). Esta palabra viene de la raíz mashal. Se usa en Génesis 1:18 para describir el sol reinando sobre el día y la luna sobre la noche. Se usa en Josué 12:5 para un rey reinando sobre un país y en Jueces 8:23 para Dios reinando sobre Su pueblo. Claramente tiene que ver con dominio.
Moisés nos da otra apreciación. Es la imagen del control del caos destructor. Así que cuando Dios dice a Caín que debe ejercer dominio sobre el deseo de su pecado, Dios le dice que el pecado desea traer caos y destrucción a la vida de Caín y Caín debe gobernar sobre ese deseo.
¿Notas que Dios espera que Caín haga esto? ¿Notaste que esto implica que Caín es capaz de hacer esto? El pecado no es una fuerza inaccesible y misteriosa que se acerca sigilosamente y me toma por sorpresa. Es un enemigo que debe ser conquistado y controlado. El consejo de Dios a Caín es exactamente el mismo consejo que nos da hoy. “Debes dominar sobre el”
Aquí hay algo más que debemos ver. ¿Notaste que el consejo de Dios a Caín no tiene nada que ver con complacer a Dios? Dios dice a Caín (literalmente), “Lo que desees, exaltación.” ¿Acaso esto significa que Dios exige la acción apropiada? ¡Para nada! Dios no es el objeto de la exaltación. Es Caín. Dios dice que cuando Caín hace lo que complace a Dios, Caín sentirá la exaltación. En otras palabras, Caín dominara sobre el deseo del pecado de llevar caos a su vida al hacer lo correcto. Caín no tiene que complacer a Dios para pacificarlo. Dios no es parte de esta ecuación. Caín debe hacer lo correcto porque al hacerlo provee a Caín de la habilidad de mantener el caos lejos de su vida. La consecuencia inmediata de esta acción correcta es el poder de dominar la fuerza destructiva del pecado. La única pregunta que Caín debe contestar es esta: ¿Qué es lo correcto que debo hacer? Una vez que tiene la respuesta, debe hacerlo. Y afortunadamente, Dios nos da la respuesta.

Pablo provee un comentario del pasaje de Génesis. Nota que el drama es el mismo. El pecado anhela gobernar sobre nosotros. Pero no le será permitido hacerlo. ¿Por qué? Porque no utilizamos la ley como si fuese esta un intento de apaciguar a un Dios airado. Sabemos que estamos bajo la gracia de Dios, así como lo estuvo Caín antes de rechazar el consejo divino. La ley no ha sido abandonada. Solo que el decreto de castigo establecido por la ley ya no aplica porque hemos sido perdonados. Estamos bajo la gracia, con una sentencia de inocentes en la corte de Dios. Por lo tanto, podemos gobernar sobre el pecado. ¿Por qué? Porque la ley de Dios dice que lo que es lo correcto y la justicia impuesta por Dios nos hace capaces de hacerlo. La ley trabaja en conjunción con la gracia, capacitándonos para dominar el caos que de otra manera nos controlaría.

Caín nos dejo un legado. No es un legado de desobediencia, pecado y destrucción (aunque su vida ciertamente muestra lo que sucede cuando no dominamos el pecado). El legado que nos dejó es el comentario de Pablo. Si hacemos lo que Dios dice que es bueno, el pecado no será un problema. Solo hacer lo que Dios dice que hagamos es lo correcto, y eso nos permite gobernar sobre nuestros enemigos.

“Entonces Jehová dijo a Caín: ¿Por qué te has enfurecido? ¿Por qué ha decaído tu semblante? Si haces lo bueno, ¿no serás enaltecido? Pero si no haces lo bueno, el pecado está a la puerta y te seducirá; pero tú debes enseñorearte de él” Génesis 4:6-7 RVA
“El pecado te acecha, como una fiera lista para atraparte. No obstante, tú puedes dominarlo.” La RV 60 dice: “A ti será su deseo”. La palabra es Teshucá, significa en el sentido original estirarse hacia; anhelo:-contentamiento, deseo. Esta palabra (teshukah), utilizada tres veces en la Biblia, es en realidad una palabra acerca de la energía increíble que reside en cada uno de nosotros para crear. Es el anhelo más profundo en nosotros - el anhelo de hacer algo que perdure. ¡Teshukah es parte de lo que somos! Sin eso, dejamos de ser humanos.
Esto es muy desconcertante. ¿Por qué? Porque esta palabra se utiliza en la historia del asesinato de Caín. La mayoría de nosotros pensamos en esta “fiera” como algo horrible, algo maligno y elemental, algo del cual debemos deshacernos. Pero el hebreo no permite ésta reacción.
Teshukah está construida en lo que significa ser mujer (“Y tu deseo será para tu marido” Gn. 3:16), en lo que significa amar profunda y apasionadamente (“conmigo tienen su contentamiento” Cantares 7:10) y aquí en Deuteronomio, donde toma el matiz de algo letal que desea hacer una unión con Caín.

Notemos la advertencia de Dios. “Tú puedes dominarlo.” Eso no es lo mismo que decir; “Debes negarte a él” ó “Debes quitarlo.” Esta fuerza vital muy dentro de nosotros debe de ser domesticada, no borrada. Debe de ser aprovechada para ponerla en uso según la dirección de Dios. El peligro más grande de teshukah no es su presencia, sino su insistencia de ser liberada.
Caín no ha pecado; aún. El sencillamente está consciente del poder dentro de él; el poder que suplica convertirse en su compañero de cama. Sí, hay una conexión de intimidad aquí. En las películas, se le llama “Durmiendo con el Enemigo” pero eso no es verdaderamente preciso. Teshukah no es en realidad el enemigo. Soy yo, soltado de la mano gobernadora de Dios. Es pasión sin juicio, deseo creativo sin disciplina.
El precisamente lo que Santiago llama el precursor del pecado. Y es parte de cada hombre y mujer desde la caída. Eva lo sabía. Ahora su hijo lo sabe. Y también nosotros, la descendencia de teshukah. Esto es terrible y maravilloso al mismo tiempo.

Verás, cuando yo alineo mis necesidades más profundas de creación con el freno gentil de Dios, Él y yo producimos algo maravilloso, algo que le glorifica a Él y bendice a otros. En el proceso, experimento quién soy en realidad y me inundo de gozo (Yo sé quién es El verdaderamente). Pero cuando permito que mi energía feroz se sirva sí misma, cuando lo utilizo para adquirir mi propio destino, entonces algo desastroso ocurre. Yo creo sin Dios- y el resultado solo puede ser algo sin santidad-. Dios advierte a Caín que está siendo amenazado por una fuerza mucho más poderosa de lo que él se puede imaginar. Es la fuerza para actuar de acuerdo a su propia voluntad. Una vez desatada, este genio no regresará a su lámpara.
Pero Dios no le dice a Caín que destruya esta fuerza. Él le dice a Caín que lo controle, que lo traiga sometido a los propósitos de Dios y al uso de Dios. Este poder divino para crear le pertenece en su meta a Dios. Nosotros solo lo tomamos prestado mientras vivimos con Su aliento. Por supuesto, cómo lo utilizaremos es una pregunta alarmante, porque puede tener el poder de matar. Usted y yo tenemos ese mismo teshukah. Utilizada en sociedad con Dios, creamos vida. Utilizada en sociedad con nosotros mismos, provocamos muerte. Estas son las únicas opciones. No hay Neutralidad aquí, o nos ubicamos de un lado o nos ubicamos del otro. De manera que, ¿Dónde esta usted?

Algunos creyentes hoy enfatizan el aspecto emocional de la relación con Cristo, pero el cristianismo es MAS que una experiencia emocional, por más maravillosa que sea, el cristianismo es un estilo de vida. Es vivir en el mundo con ciertos valores y criterios en este mundo sin Dios. Es normal que una vez que estamos en la Iglesia sintamos una especie de emoción que nos dice que no habrá nada en el mundo que nos pueda vencer, pero si NO actualizamos la vida de Cristo en acciones concretas de servicio y obediencia, estamos solo a la mitad del camino. En este mundo hay una batalla constante entre Dios y el pecado, ¿de qué lado nos ponemos? Alternativas, solo dos, o nos convertimos en instrumentos de Dios o en instrumentos del pecado.

Juan, el apóstol dijo:
“El amar a Dios consiste en obedecer sus mandamientos; y sus mandamientos no son una carga” I Juan 5:3 DHH

La vida cristiana no es una carga que hay que soportar, sino un privilegio alto en el cual se puede vivir. La inspiración de los creyentes no viene del miedo por el castigo de Dios, sino de contemplar lo que Dios ha hecho por nosotros, eso nos mueve hacia delante para ser mejores de lo que hemos conseguido ser. Para Juan la obediencia es la única prueba de nuestro amor a Dios. No podemos agradar a alguien de quien no tenemos su sonrisa de agrado sobre nosotros.
De repente Juan suelta una frase sorprendente: “Los mandamientos de Dios no son una carga”. Dios no impondría sobre nosotros un mandamiento sin darnos las fuerzas para cumplirlo. Dios no nos da sus mandamientos y luego se retira esperando que nosotros los cumplamos, sino que esta ahí a nuestro lado para ayudarnos a hacer lo que nos ha mandado. Lo que es imposible para nosotros, Dios lo hace posible.
Nuestra respuesta a Dios debe ser una respuesta de amor, no hay deber molesto, no carga gravosa para el amor. Lo que usted y yo no haríamos por un extraño, lo intentamos con alguien que amamos; lo que sería un sacrificio costoso si nos lo pidiera un extraño, se convierte en una contribución gozosa cuando lo necesite un ser amado.
Se dice que alguien se encontró una vez con un chico que iba a la escuela, en aquel tiempo no había transporte escolar, y llevaba a sus espaldas un chico más pequeño que era inválido, no podía caminar. La persona le dijo al chico más grande: ¿Lo llevas así tú a la escuela todos los días? “Sí” le contesto el chico. Pues, debe ser una carga muy pesada para ti, le dijo el hombre. No, no, usted no entiende, no es una carga; es mi hermano”
El amor hacía que la carga no lo fuera en realidad. Así debe pasar entre Dios y nosotros, sus mandamientos no son gravosos, sino un privilegio y oportunidad para demostrarle nuestro amor. Cuando amamos a Dios con todo el corazón sus mandamientos se vuelven fáciles para nosotros, y quedan a nuestro alcance.

Pero el cumplimiento de los mandamientos de Dios viene a ser una experiencia personal a todo creyente cuando entiende la ECUACIÓN que implica el alcanzarlos, con la ayuda de Dios, Porque:

I.- AUNQUE ES UNA ORDEN…NO ES IMPOSIBLE
“Este mandamiento que yo te ordeno hoy no es muy difícil para ti, ni está fuera de tu alcance”. Deuteronomio 30:11. DHH
¡Maravillosa gracia de Dios!, que acomoda su Palabra a nuestras situaciones cambiantes, que nos encuentra donde estemos para traernos de regreso y conducirnos a donde debemos estar

II.- AUNQUE PARECE DIFÍCIL… ES FÁCIL… Y A TU ALCANCE
“Este mandamiento que yo te ordeno hoy no es muy difícil para ti, ni está fuera de tu alcance” Deuteronomio 30:11. DHH

“Porque el pecado no tendrá dominio sobre vosotros, pues no estáis bajo la ley sino bajo la gracia. (Romanos 6:14 LBLA)
Notemos la advertencia de Dios. “Tú puedes dominarlo.” Eso no es lo mismo que decir; “Debes negarte a él” ó “Debes quitarlo.” Esta fuerza vital muy dentro de nosotros debe de ser domesticada, no borrada. Debe de ser aprovechada para ponerla en uso según la dirección de Dios. El peligro más grande de teshukah no es su presencia, sino su insistencia de ser liberada.
“El amar a Dios consiste en obedecer sus mandamientos; y sus mandamientos no son una carga” I Juan 5:3 DHH

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