El Camino de la Verdadera Felicidad

EL CAMINO DE LA VERDADERA FELICIDAD.
Josué 22:1-7

LA PALABRA felicidad evoca imágenes de regalos abiertos en cumpleaños, días especiales, en Navidad, o de estrechar la mano a quien ama, de responder con una risa incontrolable a un comediante o de disfrutar las vacaciones en un hermoso lugar. Todo el mundo quiere ser feliz; perseguimos este ideal fugaz toda nuestra vida: gastando dinero, coleccionando cosas y buscando nuevas experiencias. Pero si la felicidad depende de nuestras circunstancias, ¿qué sucede cuando los juguetes se envejecen, los seres queridos mueren, la salud se deteriora, nos roban el dinero y la fiesta se termina? Con frecuencia la felicidad se esfuma y la desesperación se hace presente.
¿Qué es la felicidad? Algunos padres dicen: Cuando mi hijo salga de la etapa de los pañales, entonces estaré feliz, habrá dinero para otras cosas. Salen de la etapa de los pañales y los gastos aumentan. Entonces cuando salga de la primaria, estaré feliz, y tendré tiempo para mi pareja. Pero sale de la primaria, secundaria, preparatoria o carrera y no es feliz. Otros dicen: Cuando reciba un ascenso, o cuando me jubile, cuando cierre este gran negocio. Aunque todo lo mencionado se disfruta, causan felicidad por un tiempo, después se desvanece, y como un adicto busca la droga, nosotros buscara otra cosa que le cause felicidad.
¿Han escuchado a alguien decir: En cuanto me case, entonces encontraré la felicidad. Una muchacha se acercó a un pastor y le dijo: “Pastor, ore para que encuentre al hombre que me hará feliz”. Aquella muchacha se caso, y a los pocos meses, dijo al pastor: “Ore para que Dios me quite a este hombre que no me ha hecho feliz”. Si una persona no esta contento, antes de casarse, tampoco lo estará después de casarse.

¿Por qué esperamos a ser felices? ¿Por qué no ser feliz, ahora mismo? Valoremos el día de hoy, siempre habrá obstáculos por superar, retos por conquistar el día de mañana. Por eso es importante disfrutar el viaje, no sólo el destino final. ¡Estos son los mejores días de su vida, de usted depende, dentro de 20 años que mire hacia atrás, dirá: ¡Fue una de las mejores épocas de mi vida!. Y aunque las cosas no van como usted esperaría, escoja ser feliz, en lugar de desanimarse, regocíjese en el Señor. Pablo decía: “Regocijaos en el Señor siempre…” Pablo recomienda la siguiente actitud: “No importa lo que suceda contra mí, yo me mantendré en el gozo del Señor. Yo decido ser feliz, y mantenerme, y disfrutaré mi vida al máximo”.
Necesitamos entender que el enemigo de nuestras vidas nos quiere robar, él es especialista en ello (Juan 10:10) nuestros sueños, salud, vida financiera (disminuyendo nuestra mayordomía eficaz), nuestra armonía familiar, y sabe que si puede convencernos de que la felicidad es imposible, nos daremos por vencidos.
«¿Qué palabra describe lo que determinará nuestra felicidad,: Mucho dinero, fama, éxito, educación » Lo que determina la felicidad es: La actitud. Todas las otras áreas de nuestras vidas son secundarias. Nuestra actitud es la fuerza principal que determinará si triunfamos o fracasamos. Para algunos, la actitud es una dificultad para todo; para otros, es una oportunidad en todas las dificultades. Algunos ascienden con una actitud positiva, mientras otros caen con una perspectiva negativa. El mismo hecho que la actitud obra favorablemente en algunos, mientras desbarata a otros, es lo suficientemente significativo como para que exploremos su importancia. Estudiar las afirmaciones que tenemos a continuación nos aclarará esta verdad. Nuestra actitud determina nuestro enfoque de la vida.
NO ES TRATAR DE REALIZARSE, SINO REALIZAR SU DESTINO. Nuestra cultura pone un precio extremadamente elevado a la realización personal. Pero la realización es en gran medida como la felicidad: es una función de la actitud. Nadie quiere salir de este mundo sin dejar una huella de haber estado en él. Pero algunas personas están tan preocupadas de sobrevivir que no logran nada.
Un profesor del Princeton Seminary descubrió que el espíritu de optimismo en realidad es muy importante. Hizo un estudio de los grandes predicadores de los siglos pasados. Puso atención en las grandes variedades de personalidades y talentos. Entonces hizo la pregunta: «¿Qué tenían en común estos destacados hombres de púlpito, aparte de su fe?» Después de varios años de investigación encontró la respuesta. Era su encanto personal. En la mayoría de los casos, eran hombres felices. Nuestra actitud, no nuestras circunstancias, determinan nuestra felicidad.

Algunos científicos dicen que la persona que vive con una actitud de derrota e infelicidad, preocupado y lleno de miedo, su sistema inmunológico se debilitará. Entonces quedará más susceptible a enfermedades y estrés. Descubrieron que cada persona desarrolla de vez en vez células cancerosas en su cuerpo, pero en el poderoso sistema inmunológico que Dios ha dado a cada persona, tiene células llamadas “erradicadoras”. Éstas tienen un diseño de Dios creado específicamente para atacar y destruir las células anormales. Estudios mostraron que las personas que no son felices debilitan su sistema inmunológico, y eso los hace más susceptibles a las enfermedades. Pero las personas felices, viven contentas, y cultivan una actitud positiva para ver las cosas, desarrollan más células “erradicadoras” y las caracteriza su espíritu alegre, son personas que ríen. Dicen que cuando son felices su sistema inmunológico funciona a su mayor potencia. Dicen estos científicos que al sonreír ciertos químicos se producen en nuestro cuerpo y afectan de manera positiva todo nuestro ser, relajándonos y ayudándonos a mantenernos saludables. Tenga un motivo o no para sonreír, haga la decisión que va a sonreír de todas maneras.

La Biblia asegura: “El corazón alegre constituye buen remedio; Mas el espíritu triste seca los huesos. Prov. 17:22. (PDT) La alegría es como una buena medicina, pero el desánimo es como una enfermedad. BL95) El buen humor hace bien al organismo; si el espíritu está triste los nervios se deprimen. (DHH) Buen remedio es el corazón alegre, pero el ánimo triste resta energías. (JER) El corazón alegre mejora la salud; el espíritu abatido seca los huesos. Buena medicina. Hay salud en un espíritu alegre. Seca los huesos. Es decir, agota la vitalidad de la persona.

Josué reconoce la ayuda de las tropas del este, las tribus de Rubén, Gad y la media tribu de Manasés habían dado a sus hermanos para conquistar el resto de la tierra prometida. Ahora que regresaban con sus familias la mayor preocupación de Josué era que con diligencia cuidarán de cumplir el mandamiento y la ley que Dios ordenó a través de Moisés. Josué sabía que muchas veces las personas olvidan al Señor después de que ha terminado la batalla. Que sí oran cuando las cosas van mal, pero en tiempos de prosperidad abandonan la conducta ordenada por Dios. Es por eso que Josué les dice cuál es el camino de la verdadera felicidad, y él podía mostrar con su vida y su familia de que verdaderamente funcionaba. ¿Puede imaginar la sonrisa de estos soldados regresando a casa satisfechos por haber hecho la voluntad de Dios? Reír es bueno…

El camino mostrado por Josué hacia la verdadera felicidad abarca los grandes temas de la vida, y la experiencia de Josué lo convencía de que estos pasos en el camino eran los lazos que podían eliminar todas las divisiones entre ellos. Josué estaba consciente de que las personas podemos diferir en las formas de pensar, vivir en diferentes lugares, trabajos diferentes, pero el camino indicado por Dios hacia la felicidad era el mismo para todos, y eso les hacía ser Uno como pueblo de Dios.

La verdadera felicidad o contentamiento se encuentra en el amor de Dios y en hacer su voluntad. Usted descubrirá la verdadera felicidad si coloca su relación con Dios por encima de todo. Estos son los pasos que enumera Josué en el camino hacia la verdadera felicidad:
I.- Primer paso en el camino hacia la verdadera felicidad: “AMAR A JEHOVÁ NUESTRO DIOS” Josué 22:5
“Solamente tened mucho cuidado de poner por obra el mandamiento y la ley que Moisés siervo de Jehovah os mandó: que AMÉIS a Jehová vuestro Dios, andar en todos sus caminos, guardar sus mandamientos y de allegarse a El y servirle con todo vuestro corazón y con toda vuestra alma” Josué 22:5
Amar – Josué mencionó esas palabras famosas, “Pero yo y mi casa serviremos al Señor.” Es una declaración poderosa y noble. A pesar de eso, lo que significa no siempre es evidente. Para saber como serviría Josué a Dios, debemos conocer la teología de Josué. Si deseas ser uno de esos que te paras hombro a hombro con Josué a declarar fidelidad a Dios, primero tendrás que saber lo que Josué quiere decir.
“Amar al Señor tu Dios”. El hebreo es ahav. Una de las tres palabras para amor, este verbo se distingue cuidadosamente de los otros dos (Filial y eros). Ahav expresa deseo apasionado de ser plenamente unido con otro en todo aspecto de la vida, interna y externamente. Consecuentemente, tiene resultados conductuales y emocionales. De hecho, es tan único que los traductores del Antiguo Testamento al griego no encontraron un verbo griego paralelo en eros o fileo. Escogieron ágape para capturar el significado pleno del amor
“Amor”, implica intimidad y afecto, la unión de alma con alma, más que mera amistad. Se usa en el N.T para designar la naturaleza esencial de Dios, su consideración hacia la humanidad, y también la característica más marcada en los creyentes.
Lo que esto quiere decir es que ahav exige el pleno uso de todas nuestras energías y facultades. Es un verbo que encontramos solo en relaciones, entre dos personas o entre comunidades. Su dirección siempre es hacia otros, expresados en acciones reales, no meramente sentimientos. Es la benevolencia determinada a favor de otra persona.
Cuando Josué exhorta a su audiencia a amar al Señor, no está solo animando el sentimiento privado, interno. El sabe que ahav significa acción – hacia Dios y hacia el pueblo de Dios. Es imposible amar a Dios y maltratar a Su pueblo.
Retener de un seguidor cualquier acción o afecto apropiado para el servicio y adoración a Dios es lo mismo que negarle tu amor a EL. El segundo gran mandamiento no se puede divorciar del primero. Podríamos ir tan lejos como para decir “el amor y la acción son las dos caras de la misma moneda.”
Ahora, ¿qué significa esto para ti y para mí? Significa que debemos dejar de decir que amamos a Dios si NO exhibimos acciones de gracia, compasión, benevolencia, perdón y restitución. Debemos re-examinar nuestras vidas buscando las semillas de hipocresía; las “pequeñas diferencias” (A veces no tan pequeñas) entre nuestra conducta y nuestras palabras. Debemos ser capaces de contestar frontalmente la pregunta, “¿Me relaciono con ésta persona como Dios lo haría?”
Elabora tu lista. Habrán nombres en ella que requerirán un nuevo camino. Aplica ahav. Dios sonreirá aunque nadie más lo note.

II.- Segundo paso en el camino hacia la verdadera felicidad; “ANDAR EN SUS CAMINOS”
“Solamente tened mucho cuidado de poner por obra el mandamiento y la ley que Moisés siervo de Jehovah os mandó: que AMÉIS a Jehová vuestro Dios, andar en todos sus caminos, guardar sus mandamientos y de allegarse a El y servirle con todo vuestro corazón y con toda vuestra alma” Josué 22:5
Andar – ¿Como andas en el camino de la vida? Si eres como la mayoría de nosotros, pronto descubrirás que la mayor parte de las horas de tu andar son determinadas por las emociones mas que por la razón. Cierto, todos tenemos nuestras perspectivas racionales del mundo (algunos son mucho más racionales que otras), pero en lo referente al andar en el camino, nos mueven las emociones. Como seres humanos, las emociones son nuestro activo más importante y nuestra maldición más potente.
No pensamos sobre nuestra vida espiritual como camino emocional. Usualmente nos atascamos en la parada de descanso, ejercitando nuestras mentes con argumentos teológicos y debates doctrinales. Pero no es así como vivimos, ¿no es así? La vida viene con temor, gozo, dolor, angustia, encanto, alegría, esperanza, desanimo, tristeza y docenas de otras inyecciones emocionales. Si tu andar no maneja estos altos y bajos, entonces te has apuntado para tiempos complicados. Lo que necesitamos más que cualquier otra cosa es una teología de emociones.

ANDAR = Halak, «ir, andar, caminar, comportarse». Este verbo se encuentra en el Antiguo Testamento, 1550 veces. Esencialmente esta raíz tiene que ver con el movimiento, se puede traducir «ir» El vocablo puede usarse con relación al «comportamiento», a la manera en que «caminamos» en la vida. «El que camina en justicia» Dios le bendecirá (Is 33.15). Esto no se refiere a caminar erguido, sino a vivir una vida justa.

La cultura hebrea consideró la palabra para andar (Halak) como una metáfora del acercamiento y actitud hacia la vida. Su perspectiva es sencilla pero profunda. Comienza tu caminar, y por favor, di no a altas velocidades, y comenzarás a percibir la vida. Verás cosas que nunca estuvieron a la vista a 100 kms. por hora. Descubrirás que una vida más lenta es una vida con tiempo para digerir lo que sucede – al mundo y a ti en el mundo. Llegarás al paso que permite que sientas el mundo que ocupas. Toda esa prisa por llegar a un lado solo truncaba tu habilidad de estar en alguna parte. La teología de las emociones probablemente comienza con caminar, ¡al paso de Dios!
Caminar con Dios como mi guía provocará mi crecimiento y conocimiento propio, iré encontrando, a medida que avanzó en el camino que mis patrones de inmadurez se van convirtiendo en patrones de madurez, es en este punto que me doy cuenta de que puedo cambiar, y que la frase que uso para no hacerlo: “Discúlpenme yo soy así”, no es más que un refugio y un engaño a mi decisión mutilante de no cambiar en mi vida. Todo el que quiera cambiar debe levantarse por encima de esta falacia.

Los expertos en medicina psicosomática afirman que la causa más común de fatiga y de la enfermedad es la represión de las emociones, el hecho de que tenemos emociones que no queremos admitir y que nos avergüenzan. Necesitamos reconocer de que las emociones no son en sí ni buenas ni malas, toda la experiencia y gama de emociones son parte de nuestra condición humana, de la herencia de cada persona, aunque reconocerlas no implica que tengamos que hacer siempre lo que nos indican las emociones, hacerlo sería una tragedia y la peor forma de inmadurez, si una persona permite que sus emociones controlen su vida. Son cosas bien diferentes sentir y admitir que tenemos miedo; y otra el permitir que el miedo nos aplaste. Una cosa es sentir coraje, y otra es darle un golpe a la persona.
Se debe buscar un equilibrio en el manejo de las emociones, no es necesario que actuemos de acuerdo con ellas, pero en nuestra caminar con Dios debemos buscar rendirle nuestra voluntad a la voluntad de Dios, en otras palabras, tus emociones y la forma como las tratas, probablemente te llevarán al crecimiento o te destruirán.
Caminar con Dios te lleva a ponerte en “•contacto” con tus emociones, y debes hacerlo si es que quieres llegar a la madurez, debes evitar el achacarle tus emociones a otras personas, aunque sientas la tentación de hacerlo por comodidad, aparta de tu vocabulario frases como: “Tú me hiciste enojar…Tú me provocas nervios…tú me pones celoso. Lo cierto es que la otra persona no puede hacer nada en usted, bueno, si hay algo que puede hacer; estimular las emociones que ya existen en usted y que esperan ser activadas. Es importante diferenciar entre estimular y causal las emociones. Porque si una persona esta convencida de que la otra persona le puede hacer enojar, entonces se enojará y sencillamente le echará la culpa y le atribuye el problema. Y así tranquilamente se alejará de esa persona, sin aprender nada de los demás. !Vive al lado de Dios y te evitarás muchos problemas!
¿En verdad se desmoronará el mundo si no puedes terminar toda tu lista de “cosas por hacer HOY”? ¿Tu futuro se verá en peligro eterno si no vas más rápido? ¿Qué le sucedería a tu sentido interno de bienestar si tomaras una caminata en vez de correr? ¿Acaso vivir es sinónimo de empujar?. Las personas del desierto de la antigüedad sabían mucho de andar. Tomaba meses caminar de Siria a Egipto. Tomaron años en cruzar el Jordán. Pero lo que adquirieron en su caminata fue algo que nosotros perdimos cuando inventaron el acelerador. No me digas como está tu vida el día de hoy. Dime como está tu andar. Con eso, sabré todo lo demás.

“Andes en todos sus caminos” Dérek. Camino; figurativamente curso de la vida o modo de acción, a menudo adverbio:-asunto, calzada, camino, carrera, conducir, conducta, corredor, costumbre, curso, jornada, lado, marchar, misión, proceder, rastro, rumbo, senda, vereda, vía, viaje.
El camino cristiano no está ahora, ni nunca ha estado cubierto de rosas. Pero lo que los creyentes propugnamos – o mejor dicho, las cosas humanas que nosotros, como creyentes propugnamos; Pueden proclamarse en voz alta y clara

“Le dijo Tomás: Señor, no sabemos a dónde vas; ¿cómo podemos saber el camino? Jesús le dijo: Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí” Juan 14:5-6
“Yo soy el Camino... Nadie viene al Padre... sino por este Camino”. Son varias las palabras en griego:
- Anastrefo, que expresa con fuerza la idea de cambio
- Hodos, que designa, el camino o rumbo
- Patéo, que designa el andar de acá para allá
- Trechó, que insiste en el esfuerzo realizado en el movimiento

Hay caminos que al hombre le parecen perfectos, pero su final es camino de muerte, ya que el modo de vivir depende del principio que determine al hombre en su pensar y obrar, hay estilos de vida que llevan a un modo de vivir desenfrenado, en que el hombre es juguete de sus propios impulsos y finalmente se destruye a sí mismo. La vuelta a Cristo significa para el hombre un romper con su estilo de vida anterior, y vivir otro estilo liberado y potenciado por Cristo, el nuevo estilo de vida cristiana y humana queda marcado con el sello, la persona y la obra de Jesucristo, y con la dirección para una vida de obediencia, temor de Dios y santidad.
En Mateo 7:13 "Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta y espacioso el camino que lleva a la perdición, y son muchos los que entran por ella. Pero ¡qué estrecha es la puerta y qué angosto es el camino que lleva a la vida¡ Y son pocos los que la hallan”. Aquí la referencia a Camino no es a la conducta, sino de la cuestión de la vida o de la muerte, la salvación o la perdición ante las que el Señor Jesús enfrenta al hombre, con la invitación expresa a optar por la vida: "entrad" que apunta al destino eterno del hombre.
III- Tercer paso en el camino hacia la verdadera felicidad; GUARDAR SUS MANDAMIENTOS
“Solamente tened mucho cuidado de poner por obra el mandamiento y la ley que Moisés siervo de Jehovah os mandó: que AMÉIS a Jehová vuestro Dios, andar en todos sus caminos, guardar sus mandamientos y de allegarse a El y servirle con todo vuestro corazón y con toda vuestra alma” Josué 22:5
Guardar – Shamar tiene una amplia sombrilla de significados. Radican de la idea de observar. ¿Por qué debo saber esto? Porque guardar los mandamientos no solo tiene que ver con observarlos. Enterrado en éste verbo encontramos algo mucho más profundo.
Cuando involucramos shamar, el enfoque se mantiene en el propósito, no en el proceso. En otras palabras, para “guardar” los mandamientos, debo saber porque los observo. No es suficiente solo seguir las reglas. Los mandamientos del Señor nunca tuvieron como intención prescribir conducta. La intención era la de enseñarnos algo sobre Dios mismo. Por eso es que Pablo llama a la Ley “maestro.” El propósito de la Ley no es el cumplimiento. Es mucho más que eso.
Shamar puede ser traducido “preservar, guardar, mirar cuidadosamente y atender.” Detrás de cada una de esas posibilidades de traducción existe la pregunta, “¿Por qué?” No siento la inclinación de cumplir la acción requerida por shamar a menos que me motive algo mucho más que el cumplimiento por si mismo. En lo referente a los mandamientos de Dios, el propósito de shamar es la comunión con El.
Observar los mandamientos de Dios y seguirlos solo como “reglas” por cumplir, sin cultivar – establecer una relación con el Padre amoroso que nos los da para nuestra felicidad y bienestar, finalmente llevan a la rebelión.
Jesús lo dijo muy bien.
“Si me aman, obedecerán mis mandamientos” Juan 14:15 PDT
En la Biblia no hay más que una manera correcta de demostrar el amor: Es la obediencia. Fue en su obediencia que Jesús demostró al Padre que le amaba; y es en nuestra obediencia que mostramos al señor Jesús nuestro amor. Juan no permite que el amor se convierta en sólo un sentimiento emocional, su expresión es siempre moral (valores), y se manifiesta en la obediencia. Usted y yo conocemos personas que dicen amar, pero al mismo tiempo producen angustia y dolor a los que les rodean.
Un muchacho en la ciudad de México no estudiaba, no trabajaba, se la pasaba en las calles haciendo averías y destrozos. A la pregunta expresa que le hice de: ¿Amas a tus padres?. Él contestó; por supuesto los amo. Bien, y ¿cómo se los demuestras? Pues vivo con ellos y permito que me alimenten. Jóvenes, como este, hay muchos que dicen amar a sus padres, pero siempre les causan preocupaciones y ansiedad. También hay maridos que dicen amar a sus esposas, pero por su falta de madurez, amor y carácter, les hacen la vida imposible. Para Dios el amor no es fácil, y la menor manera de crecer en el es la obediencia a sus mandamientos.

¿Pensaste que una relación con Dios se resumía a cumplir las reglas? ¿Imaginaste a Dios como el Gran Policía, revisando tu comportamiento? ¡Para nada! Dios nos dio Sus mandamientos para que descubriéramos SU punto de vista – la verdad sobre la vida. Los dio para que supiéramos más de El. Se reveló a Si mismo en esas solicitudes. Después nos ofreció Su compañía mientras caminamos juntos. “Ven conmigo. Yo conozco el camino y como andar para llegar allí. Será la mayor aventura de tu vida.”
La ocupación de la vida se resume a shamar, pero no la clase de mala interpretación que con frecuencia damos a “guardar.” Shamar es terapia ocupacional. Es el proceso de discipulado, aprendiendo del Maestro en cada vuelta del camino. Igual que cualquier otra clase de terapia ocupacional, toma esfuerzo, tiempo, práctica, paciencia, y sobre todo, propósito.
Dónde están los mandamientos de Dios?. En la Biblia, un pastor pregunto a su audiencia; ¿Cómo esta tu Biblia? ¿esta en buen estado?. La mayoría contesto que si. Entonces el predicador dijo: Si tu Biblia esta en BUEN estado, tu vida esta en MAL ESTADO.

IV- Cuarto paso en el camino hacia la verdadera felicidad: ALLEGARSE A ÉL
“Solamente tened mucho cuidado de poner por obra el mandamiento y la ley que Moisés siervo de Jehovah os mandó: que AMÉIS a Jehová vuestro Dios, andar en todos sus caminos, guardar sus mandamientos y de allegarse a El y servirle con todo vuestro corazón y con toda vuestra alma” Josué 22:5
Allegarse – La primera vez que vemos esta palabra prepara el escenario para todas las otras veces. Surge en Génesis 2:24 “Por tanto el hombre dejará a su padre y a su madre y se unirá a su mujer, y serán una sola carne” (NBLH). – un pasaje sumamente significativo para la mayoría de los seres humanos. Habla de “pegarse”. “Allégate” a tu conyugue. En particular, los esposos deben unirse a sus esposas. Espero que hayas notado que el enfoque se centra en la habilidad del esposo de “pegarse”. Eso debería decirte algo sobre las tentaciones de los varones.
Ahora aplica este pasaje instructivo a la teología de Josué. El usa “allegarse” (davaq) para describir la habilidad fijativa necesaria entre nosotros y Dios. Una vez mas, espero hayas notado quien es el esposo en la metáfora (¡no es Dios!). Nosotros, somos los que necesitamos “pegarnos”. Dios permanece fiel siempre.
Es evidente, existen múltiples pasajes en la Biblia que describen a Dios en el género masculino, pero me parece fascinante que cuando se refiere a la perspectiva antigua del contrato matrimonial, Dios se mantiene en el lado de la esposa dentro de la metáfora (a pesar de la perspectiva Neo-Testamentaria de la “novia” de Cristo). Esto parece ser especialmente apropiado en nuestra perspectiva contemporánea del matrimonio en serie (una pareja después de la otra). Con frecuencia “El pegamento” se diluye con la aplicación del adulterio masculino. Es evidente que la disolución comenzó mucho tiempo antes de la separación final. El “pegamento” necesita mantenimiento de vez en vez, y cuando no lo hay, el “despegue” es inevitable.

Dios quiere una relación “pegajosa”; una que se mantendrá unida en los buenos y malos tiempos, en enfermedad y salud, en riqueza y pobreza hasta que la muerte NO los separe. Dios no solo desea esa relación, El está plenamente comprometido a ella. El no desvaría o falla sino que permanece un compañero fiel a pesar de todas las luchas.
Dios inventó la goma. El sabe exactamente como funciona, como se aplica apropiadamente, cuanta presión debes aplicar para que fije y bajo cuales condiciones mantendrá la fijación. Mi sugerencia es que leas las instrucciones de manufactura si deseas que la goma funcione para ti también.
Existe una gran parte de interés propio en mantenerte engomado a Dios. Primero, encontrarás que es una gran aventura. Segundo, tiene efectos a largo plazo significativos. Y tercero, no hay nada mejor que una vida unida.
V.- QUINTO paso en el camino hacia la verdadera felicidad: SERVIRLE
“Solamente tened mucho cuidado de poner por obra el mandamiento y la ley que Moisés siervo de Jehovah os mandó: que AMÉIS a Jehová vuestro Dios, andar en todos sus caminos, guardar sus mandamientos y de allegarse a El y servirle con todo vuestro corazón y con toda vuestra alma” Josué 22:5
Servirle - ¡Al fin! Servirle. Servirle es lo último de la lista. ¿Notaste eso? Servir no es una prioridad en la teología de Josué. Viene después del amor, caminar, guardar y allegar. Claro está, eso es lo más lógico del mundo. No puedo servir si no he abrazado una relación única, no puedo encontrar el paso adecuado, no se porque y continuo perdiendo el horizonte. Ah si, y de paso, la palabra usada es para servir y para adorar.
Abád. raíz primaria; trabajar (en todo sentido); por implicación, servir, arar, cultivar, desempeñar, ejercer, honrar, ministrar, prestar servidumbre, trabajar.

Quizás debamos reconsiderar nuestra orientación hacia el servicio, trabajo y adoración. Tendemos a pensar que estos son aspectos de la vida separados y sin relación entre si. Yo sirvo en la iglesia, trabajo en la empresa y adoro los domingos. Tres funciones diferentes no necesariamente relacionadas. Pero esa no es la perspectiva de Josué. Para él, ¡el servicio es trabajo es adoración!
Esa es la perspectiva hebrea – todo atado en un solo conjunto bajo Dios. Cada aspecto de la vida, en la casa, el trabajo, la escuela o el templo, es solo una extensión del contrato matrimonial con el Santo de Israel. Estoy en adoración tanto el lunes como el domingo. Mi trabajo es servicio (o debería serlo), y todo eso es un acto de adoración.

Así que, ¿cómo está tu servicio? ¿Encuentras que tu trabajo es adoración? ¿Reconoces que el servicio al Señor en el trabajo que haces? ¿Lo honras en la tienda, la oficina, la escuela o el hospital? ¿Es El tu verdadero jefe? ¿Las personas se enteran que lo es? ¿Sientes Su presencia igual cuando archivas papeles, manejas o vas al parque con tus hijos? ¿Crees que todo ese papeleo y todas esas llamadas telefónicas y todas esas reuniones le sirven a El? ¿O eres uno de los millones que detestan su trabajo y anhelan el momento de dejarlo? Las investigaciones dicen que casi el 70% de los trabajadores norteamericanos caen dentro de esta categoría. ¿Crees que ellos consideran su trabajo como servicio y adoración? Yo lo dudo. Como la mayoría de nosotros no ha dado un vistazo real a las cuatro partes de la teología de Josué antes de llegar a la cláusula del “servicio,” no vivimos vidas integras de bienestar. Somos fragmentados, frustrados y necios. Antes de darnos cuenta, la mayor parte de la vida ha pasado y todavía estamos considerando el plan de retiro.

El que no vive para servir, no sirve para vivir, dicen los grupos de A.A. Y para Dios no existe algo así como un servicio destacado y un servicio menor o “poco reconocido”; para él todo servicio que se hace para él, tiene su sonrisa de agrado.
Albert Schweitzer una vez dijo, «Yo no sé cuál será su destino, pero una cosa sí sé: los que entre ustedes hayan buscado y encontrado cómo servir, serán verdaderamente felices».

Una cosa más: Si servicio es trabajo es adoración, no hay jubilación en la vida cristiana. El plan de jubilación de Dios comienza dos metros bajo tierra. Quizás exista el día para reflejar sobre el gran plan – la totalidad de la teología de Josué. Si tienes todas las piezas en orden, la vida debería ser significativamente diferente. Si algo falta, probablemente no comprenderás lo que Josué quería decir cuando dijo, “Pero yo y mi casa, serviremos al Señor.”

V. 7 Josué les da su bendición: los despide dándoles un buen consejo: No les exhorta a que cultiven sus tierras sin parar, ni que fortifiquen sus ciudades, ni que, ahora que sus manos están acostumbradas a la guerra, invadan otras regiones para ensanchar su territorio, sino a que vivan entre ellos una vida piadosa y santa. Josué oro por ellos, no sólo como amigo, sino también como un padre, en el nombre de Jehová, encomendándoles a ellos, a sus familias, e intereses, a la gracia de Dios.

Una vez escuché una gran definición de lo que significa la felicidad. Decía: «La felicidad es el crecimiento». Descubrí que esto es cierto en mi vida. Cuando crezco en mis relaciones con Dios y le soy obediente, es cuando más contento estoy. Y es bueno que le pidamos a Dios que haga lo mismo con otros.
Las personas más felices que conozco están creciendo todos los días.
Una persona feliz no es una persona con cierto conjunto de circunstancias, sino más bien una persona con cierto conjunto de actitudes. Me impresiona la filosofía de la siguiente declaración: «Dios decide por lo que vamos a pasar. Nosotros decidimos cómo pasar por ahí».

Y es lo que Josué asegura aquí, el camino a la verdadera felicidad es seguirlos pasos siguientes:
que AMÉIS a Jehová vuestro Dios, andar en todos sus caminos, guardar sus mandamientos y de allegarse a El y servirle con todo vuestro corazón y con toda vuestra alma” Josué 22:5

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