¿Me he hecho vuestro enemigo por decirles la verdad?

¿Me he hecho vuestro enemigo por decirles la verdad? Gálatas. 4:1-20

La carta a los Gálatas es conocida como “la carta de la libertad espiritual”, y fue escrita por un campeón de esa libertad, el apóstol Pablo. Galacia es el nombre de una región que se le dio a un territorio de Asia menor central, algunas de las Iglesias de Galacia eran; Antioquia de Psidia, Iconio, Derbe y Listra. La fecha más aceptada es el año 60 o 65 d.C. El apóstol Pablo escribió la carta debido a un problema común de las iglesias de esa región; habían renunciado a la espiritualidad.
Pablo había predicado a esas iglesias en sus 3 viajes misioneros, les había explicado su situación, y las consecuencias de aceptar el evangelio (IMAGEN 1). Pero también les explicó que la salvación no sólo era tener un lugar en el cielo, sino la practica de la espiritualidad aquí en la tierra
La palabra RESTAURAR era usada por los pescadores para describir la reparación de las redes rotas. Una red rota, rasgada no era de mucha utilidad, los peces escapan por el agujero. Pero una vez reparada ya regresaba a su utilidad. También la usaban los médicos para reparar un hueso roto. Una mano con un hueso roto no era útil, pero una vez entablillado y puesto en su lugar por los médicos, la mano regresaba a su uso y utilidad. La espiritualidad es la herramienta usada por Dios para restaurar nuestras vidas, para regresarlas a su uso adecuado, instrumentos en sus manos para su servicio.

DEFINICIÓN DE ESPIRITUALIDAD: No es fácil definir la espiritualidad, pero la forma más aceptada es el “cultivo del espíritu, o cualidad de lo que es espiritual” pneumatké por el latino spiritualitas, con la explicación siguiente: “Consiste en la perfección de la vida según Dios”.En el sentido religioso es el camino de la madurez, la fuente de las experiencias con Dios mas enriquecedoras a la cual tenemos los discípulos de Cristo. En el judaísmo la palabra ruah (espíritu, respiración, viento, es decir lo que da vida y ánimo) designaba una doble dimensión, la fuerza de la vida individualizada y el poderío de Jehová actúa sobre su pueblo como don profético y como sabiduría personificada. A partir del siglo XVII el término espiritualidad es usado para designar las relaciones afectivas con Dios y para referirse al conocimiento interno y directo de lo divino o sobrenatural.

La espiritualidad es la unión de varios elementos dentro de la persona, es una afinidad por algo, una inclinación hacia algo, una respuesta o en anhelo de tener algo. Podemos acrecentarlo con cultivarla o destruirla con el descuido. La espiritualidad es un regalo de Dios que debe ser reconocido y cultivado como cualquier otro regalo de Dios para que pueda cumplir el propósito para el cual nos ha sido dado. El concepto de ejercitar la espiritualidad era apreciado en la Iglesia en la antigüedad, pero ahora no tiene lugar en nuestra manera de vivir la vida cristiana, nos levantamos apresurados por la mañana, leemos nuestro devocionario “La Biblia en un minuto”, oramos a 200 kms. Por hora y salimos corriendo con la esperanza de embellecer nuestra bancarrota espiritual con estos “ejercicios”. Si algún creyente quiere librarse de esta “religiosidad” debe buscar con todo su corazón la verdadera espiritualidad, volviendo a los caminos de Dios, indicados en la Biblia. Cada creyente de este tiempo necesitará la espiritualidad para escuchar la voz de Dios, para actuar en base a ella, y su recompensa obtenida será suficiente: la de tener razón en un mundo que vive equivocado.
Hay una disciplina en la que los creyentes de hoy han conseguido un éxito rotundo: el de la renuncia a la ESPIRITUALIDAD. Incluso ha inventado estrategias para no tocar esta materia. Aquí no cuentan los “estilo” de las iglesias, una iglesia histórica, una iglesia pentecostal es lo mismo, no viven realmente con compromiso, fuego, con entusiasmo. Son iglesias que, oran, pero la oración no es para ellos una “experiencia inspiradora”. Y lo mismo podemos decir de la lectura de la Biblia, la leen, pero no impacta sus vidas, no buscan en ella dirección. La cantidad no es el factor decisivo, ¡pero la calidad sí!
Si pudiéramos armar una definición podríamos decir que la esencia de la espiritualidad es el CAMINO del compañerismo con Dios, de la obediencia a su palabra y del servicio en su obra. Puede ser muy simple, pero no es así, pero implica la decisión voluntaria de enamorarse de Dios, de tratar de entender lo complejo de entender la Biblia y de nuestras respuestas a sus mandamientos en servicio a él y sólo a él.
Algunos ven con recelo la espiritualidad, porque piensan que es sólo sentimentalismo, aunque debemos entender que la fe y los sentimientos no pueden desligarse, la relación con Dios que no comienza y termina en adoración, no es en absoluto adoración. La adoración es entrega, es un “ejercicio espiritual” de acercamiento a Dios para agradecerle sus muchas bondades, y lo hago “explotando” emoción, ese acercamiento hace que todo el ser vibre al pulso de Cristo en gratitud, eso lo hago con mis emociones.
La enseñanza bíblica sobre la espiritualidad nos insiste en que el centro de ésta, no es el hombre, sino Dios; no es en absoluto nuestros anhelos de llegar a la presencia de Dios, sino el acercamiento de Dios a mi vida, y esa gloriosa unión nos arroba para permitir que Dios mismo imprima la imagen de su Hijo en nosotros, porque “mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos TRANSFORMADOS de gloria en gloria, como por el Espíritu del Señor” (2 Cor. 3:18). Sólo en esta unión se hacen realidad las palabras de Jesús: “Vosotros en mí y yo en vosotros”. En esto consiste la esencia de la espiritualidad. Todo comienza en Dios, todo se hace en Dios y para su gloria, todo tiene que ver con Dios y su gloria en nuestras vidas. Aunque la respuesta de la espiritualidad que describe la Biblia parece a muchos sin sabor, la espiritualidad consiste en consagrar toda la vida a Cristo, y comenzar a hacer todas las cosas en su Nombre y para él. Esto significa que ya no vivimos para complacernos a nosotros mismos, sino a él y sólo a él.
La espiritualidad es una urgencia en la vida de la Iglesia de hoy, las cosas santas se han secularizado, lo santo se ha enlodado, es en este tiempo en que podemos santificar todas las cosas y encontrar el verdadero significado espiritual en ellas para que el Espíritu Santo desarrolle una naturaleza acorde a la que nos ha dado nuestro padre celestial.
Las Iglesias de Galacia habían renunciado a la espiritualidad, y las evidencias que encontramos en ellos lo hace evidente, examinemos las evidencias que demuestras su renuncia:
I.- PERDIDA DE LA FELICIDAD Gálatas 4: 13-15
“Recuerden que la primera vez vine porque estaba enfermo. En ese tiempo les anuncié las buenas noticias. Mi enfermedad era una molestia para ustedes, pero no me menospreciaron ni me rechazaron. Al contrario, me recibieron como si yo fuera un ángel de Dios. ¡Como si fuera yo mismo Cristo Jesús! En ese momento estaban muy felices. ¿Dónde está esa alegría ahora?” Gálatas 4: 13-15 PDT

(Historia del niño adoptado en “Venzamos esa autoimagen negativa” de Anderson, página 48 a la 50)
Un joven recién adoptado se encuentra, de repente, en una gran mansión. Su nuevo padre se inclina a él, y le dice al oído: “Todo esto es tuyo, tienes derecho a estar aquí. Te he hecho heredero, como mi hijo que eres ahora, ahora ya no pasaras privaciones y estas libre de las cosas que te lastimaban y te impedían desarrollarte plenamente”. El muchacho estaba asombrado y en su mente cuestionaba este increíble regalo, pensando; “esto parece demasiado bueno para ser real, ¿qué he hecho yo para merecer esto? Durante toda mi vida he sido un esclavo de los deseos de lo que esperaban otras personas de mí, y siempre las decepcione, ¿qué he hecho yo para merecer este privilegio?
El chico estaba profundamente agradecido, y se lanzo con alegría a recorrer la mansión. Se sentó en los muebles de la casa y noto que no era el único en la mansión había otros que también habían sido adoptados y comenzó a establecer relaciones con sus nuevos hermanos y hermanas. Lo que más le gustaba a este chico era la comida, y cada vez que era llamado a comer lo hacía con prisa para saborear y disfrutar todo lo que su padre les había puesto. Y un día fue al acercarse a la mesa que sucedió un accidente. En la prisa que tenía por sentarse se tropezó y ocasiono que se rompiera un valioso jarrón. Y al ver el jarrón hecho pedazos, pensó: ¡Que tonto soy!, esto si no me lo van a perdonar. Igual, ¿qué derecho tienes para estar aquí? Mejor te escondes antes de que te encuentren, porque seguramente después de esto te van a echar de esta hermosa mansión.
Al principio estaba feliz de sólo pensar que viviría toda su vida en esa mansión, con su nueva familia y con Aquel Padre Amoroso, pero se sentía confundido. Los recuerdos de su antigua vida comenzaron a resonar en su mente. Después de hacerlo se sentía lleno de culpa y vergüenza. Los pensamientos acusadores le aguijoneaban atormentándolo: “¿Quién te creer que eres, no te das cuenta de que no perteneces a este ambiente, ¡tú lugar es el sótano!!. Y él llegaba a pensar que era cierto, que no tenía derecho a estar en ese lugar y vivir de esa manera, además no había hecho nada para merecerlo, y el jarrón roto demostraba que siempre fallaba a los demás. Con su mente llena de estos pensamientos, el muchacho bajo a vivir en el sótano.
El sótano era un lugar muy triste. Oscuro y desesperante. La única luz que entraba era la de una puerta abierta al final de la escalera por dónde él y los que estaban ahí habían bajado. Escuchaba que su padre lo llamaba, pero estaba demasiado avergonzado para responder. Se sorprendió al encontrar otros muchachos allí. Arriba todos hablaban entre ellos y juntos hacían proyectos que eran divertidos y de significado. Pero en el sótano nadie se hablaba entre sí, estaban demasiado avergonzados. Aunque a nadie le gustaba ese lugar, todos sentían que ese era el lugar dónde debían estar. Ninguno se imaginaba como podrían volver a vivir y caminar en la luz.
Ocasionalmente alguno de sus hermanos o hermanas que permanecían arriba bajaban y los animaban a subir, incluso les decían que su lugar en la mesa nadie lo tomaba, que era suyo. Aunque otros que bajaban no eran de mucha ayuda, bajaban a regañarlos por ser tan tontos e imperfectos y les exhortaban a que se quedaran allí, allí era donde pertenecían. Cuando estos muchachos bajaban, su estado de ánimo empeoraba.
No todos estaban en el sótano por la misma razón. Algunos, como el muchacho, pensaban que merecían estar en ese lugar, que si bien les habían dado una oportunidad, no cumplían con lo que esperaba su nuevo Padre. Otros pensaban que no podrían subir las escaleras, les parecía imposible. Aún así de vez en vez juntaban todas sus fuerzas y valor y lo intentaban, pero a media escalera desistían y eran demasiado orgullosos para pedir ayuda, y se dejaban arrastrar por la inercia y volvían al sótano.
Algunos habitantes del sótano juntaban el coraje necesario para subir, y lo hacían, pero por un corto tiempo, la fuerza no les ayudaba para resolver sus conflictos y aprender la verdad que les permitiría permanecer allí, así que regresaban al sótano. Otros dejaban de intentarlo porque temía miedo a la posibilidad de que fueran rechazados. Pensaban: Si me conocieran de verdad, me rechazarán, no merezco su amor”.
Cuando el muchacho recién fue adoptado llegó por primera vez al sótano, caminaba a tientas en la oscuridad, tratando de encontrar la forma de sobrevivir allí. Entre más pasaba tiempo en el sótano, más se desvanecían sus recuerdos de su vida arriba de la mansión y también la esperanza de regresar. Sus pensamientos de la vida antigua lo llevaban a cuestionar el amor de este nuevo padre y si realmente la adopción fue real.
Las risas de los de arriba le molestaban, le recordaba que las luces de arriba eran cálidas y acogedoras, pero cuando la puerta del sótano se abría, la luz les parecía potente y cegadora. Recordaba haber escuchado a su Padre adoptivo decir que la mayoría de las personas amaban la oscuridad más que la luz, porque sus obras eran malas. Este muchacho había tratado varias veces, sin mucho entusiasmo, de regresar a la luz, pero pronto se encontraba de nuevo en su esquina oscura, donde para sobrevivir comía larvas y musgo de las húmedas paredes.
Pero un día un rayo de luz penetró en su mente, y la razón regreso a él. Pensó: ¿Por qué no aceptar la bondad de esta persona que se proclama mi Padre? ¿Qué tengo que perder? Aun si tuviera que comer las migajas que caen de su mesa sería mejor que esto” Así que arriesgándose subió las escaleras y fue a su Padre para decirle la verdad de lo que había hecho.
Ya arriba encontró a su padre, y avergonzado le dijo: Padre, tropecé y yo fui el que rompió ese jarrón valioso que estaba en el estante. El Padre, sin decir una palabra lo tomó de la mano y lo guió al comedor, para sorpresa del muchacho, ¡el padre le había preparado un banquete para él!. Ya en la mesa le dijo: Bienvenido a casa hijo, no me importa el jarrón, me importas tú, te amo y siempre serás mi hijo, no importa lo que hagas.
Si los creyentes comprendiéramos bien la paternidad de Dios en nuestra vida, la espiritualidad será algo normal y natural en nuestra vida. Ningún creyente estaría en el sótano de la autocompasión, rechazo y oscuridad por la perdida de la felicidad.
Pablo usa para felicidad la palabra griega makarismos (de la palabra makarios; feliz, dichoso, bienaventurado, afortunado). Es la misma palabra que usa en Romanos 4:6, del ejemplo de Abraham y dice: “como también David habla de la felicidad del hombre a quien Dios atribuye justicia sin obras”

Una mejor traducción del v. 15 es ¿Dónde está esa felicidad que se aplicaban a ustedes mismos? Ellos se daban golpecitos a la espalda los unos a los otros por haber recibido al apóstol Pablo como un ángel, ¿qué le había sucedido a ese sentimiento? Antes hasta eran capaces de darle a Pablo un órgano en donación, y ahora su actitud era de menosprecio, y eso por haberles dicho la verdad sobre su renuncia a la espiritualidad como forma de vida que lleva a la madurez en Cristo.
Pablo dice: ¿Dónde está el estado de la mente y el corazón en el cual se gozaban y se bendecían mutuamente por mi presencia?. Tenían un alto concepto de Pablo, que hasta eran capaces de sacarse los ojos por Pablo, pero ahora que les dice la verdad acerca de la espiritualidad se vuelven enemigos de Pablo. Y Pablo pregunta, ¿Me he hecho su enemigo por servirles de esta forma? ¿no toleran la verdad? ¿Son como la mujer necia que arroja el espejo porque le muestra las arrugas de su cara? ¿Son como esas “ovejas raras” de algunas iglesias que solo quieren que su pastor les diga cosas bonitas?
Pablo era uno de esos creyentes que nunca perdió el gozo de ser discípulo del Señor, eso le permitía mantener la integridad en todas las áreas de su vida. Pablo pregunta, ¿buscan enemigos? Yo no soy uno de ellos, yo sólo busco servir a Dios en ustedes y ustedes sirven a Dios siguiendo mis indicaciones sobre la verdadera espiritualidad.
FÓRMULA PARA EL ÉXITO ESPIRITUAL: Si quiere angustiarse, mire hacia adentro. Si quiere derrotarse, mire hacia atrás, Si quiere distraerse, mire a su alrededor, Si quiere desmayarse, mire hacia delante Si quiere liberarse, ¡mire hacia arriba!

II.- EL AISLAMIENTO DE LOS DEMÁS 4:15-17
“Porque os doy testimonio de que si hubieseis podido, os hubierais sacado vuestros propios ojos para dármelos. ¿Me he hecho, pues, vuestro enemigo, por deciros la verdad? Tienen celo por vosotros, pero no para bien, sino que quieren apartaros de nosotros para que vosotros tengáis celo por ellos” Gálatas 4:15 b- 17. RV 60
Dentro de cada Iglesia de la región de Galacia había varios grupos dentro de ellas, “iglesias dentro de una iglesia”. Había un grupo llamado “Judaizantes” que enfatizaban que la salvación era aplicada por Dios a los que cumplían cabalmente la Ley de Moisés. Hacían de la Ley el camino de la salvación. Pablo dice que todo creyente puede y debe cumplir los mandamientos de Dios, pero no para ser salvo, sino que puede hacerlos PORQUE es salvo. Este grupo se le conoce ahora como “legalistas”

Estaba otro grupo llamado “libertinos”, creían que la salvación era la gracia de Dios para perdonar pecados, y que Dios ya había perdonado en toda persona sus pecados pasados, presentes y futuros. Y entonces, practicaban todo lo que hacían antes de que les fuera predicado el evangelio. Pablo dice a ellos que la gracia no es para “borrar” pecados, sino para erradicarlos de la vida de los discípulos de Cristo.
Los grupos de legalistas y liberales estaban tratando de ganar entre los creyentes de Galacia seguidores, aunque su verdadero propósito no era que les siguieran sino de aislar a los creyentes de toda influencia de la enseñanza verdadera, Pablo les pide que entiendan que buscan aislarles para que sólo ellos tengan influencia sobre ellos, para que la lealtad que tenían al Señor fuera transferida a ellos. Este es el peligro que hace que el corazón de Pablo salte ante tal posibilidad, Pablo sabe que tal cosa les llevaría a la bancarrota espiritual. Pero el creyente no puede vivir en el vacío, el hombre es un ser social

El apóstol Pablo es atacado por los grupos de la región desde 2 frentes: Atacaban su apostolado. Y su Evangelio.

Para Pablo, la expresión que el cristiano dice desde su alma: “Abba Padre” define la espiritualidad”
“Pues no habéis recibido un espíritu de esclavitud para volver otra vez al temor, sino que habéis recibido un espíritu de adopción como hijos, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre!” Romanos 8:15
Clamamos - No es un sonido melodioso. No es el Mesías de Handel ó del Coro unido de DURANGO. ¿Quieres escuchar el sonido de adopción? Entonces acompáñame a una sala de labor y parto y escucha el llanto de un bebé al nacer. Así suena la adopción. Justo como el sonido del primer llanto al comienzo de una nueva vida.
Pablo usa la palabra griega krazo. Dilo en voz alta. ¡Kra´zo! Fuerte. Aspera. Diseñada para sonar como el llanto de un cuervo. Está diseñada para sonar como una explosión de balidos, cómo un bebé cuando llena sus pulmones por primera vez. Es un sonido duro, pero si estás en la sala de labor y parto, es un sonido maravilloso. No habrá padre que olvide ese primer llanto. El momento en que entra al mundo una nueva persona.
¿Era ese sonido el que tenías en mente cuando pensaste en el clamor de “Abba, Padre”? Si eres como la mayoría de los cristianos, no pensaste en el llanto de un bebé. Probablemente pensaste en dulce adoración, o en música angelical. Pero Pablo no quiere saber nada de esas melodías. Quiere que tú veas que la adopción es equivalente al nacimiento. Y que cuando clamamos “Abba, Padre,” estamos llenando nuestros pulmones por primera vez con el Espíritu vivo. Somos el bebé recién nacido, de existencia nueva, acontecimiento digno de celebración gozosa. El Padre dice, “Bienvenido al mundo, hijo mío. Tú has sido generado por Mi. Estoy sumamente feliz que escucharte clamar.”. Dios conoce krazo. Es el sonido de un nuevo nacimiento en Su familia. ¡VIVIR INTEGRADOS O MORIR SEPARADOS!
Debbie Moons, maestra de primer grado, estaba discutiendo con su grupo la pintura de una familia. En la pintura había un niño que tenía el cabello de diferente color al resto de los miembros de la familia. Uno de los niños del grupo sugirió que el niño de la pintura era adoptado y una niña compañera de él le dijo: 'Yo sé todo acerca de las adopciones, porque yo soy adoptada. ¿Qué significa ser adoptada? preguntó el niño y la niña le contestó: * 'Significa que uno no crece en el vientre de su mamá sino que crece en su corazón.
Una parte de las Iglesia de Galacia decidieron ser enemigos de Pablo, y todo por decirles la verdad, y ahora les advierte en forma clara que el aislarse de la Iglesia, el cuerpo glorioso de Cristo, no va a hacerles bien a su vida. Los que no buscaban la espiritualidad habían logrado influenciar en ellos, al hacer eso estaban quebrantando la bendita comunión que antes habían disfrutado de parte de Dios.
Es bueno el permitir que uno sea cortejado, pero para lo bueno, es bueno hallarse espiritualmente involucrado en la obra de Dios, a Pablo no le duele el que los hermanos de Galacia vayan tras otro líder, siempre y cuando se busque a Dios y su verdad.

III.- EL ESTANCAMIENTO DE SU CRECIMIENTO 4:18-20
“Hijos míos, por quienes sufro de nuevo dolores de parto hasta ver a Cristo formado en vosotros!” Gálatas 4:19
Ahora el tono de Pablo es paternal y afectuoso y dice que su intención es que Cristo sea FORMADO en ellos. La palabra usada es morfe, que apunta a un cambio que se produce esencialmente en el interior. La intención de Pablo es enseñar que todo el ser interior de cada creyente debe proclamar la persona y los caminos de Cristo de tal forma que su lenguaje, vida, relaciones, y familia, Dios fuera reflejado. Que la Iglesia tomara el rostro de Cristo.
Pablo anhela que Cristo viviera de forma visible en Galacia, quería ver la vida de Cristo como una realidad palpable y visible, porque Cristo ha venido a nosotros para que vivamos la vida de Cristo

Cuando Pablo llego a predicarles el evangelio había sufrido, por así decirlo, dolores de parto hasta que nacieron de nuevo en Cristo. Ahora estaba sufriendo dolores de parto por segunda vez por su esfuerzo para enderezarlos a la espiritualidad y llevarlos a no renunciar, de ninguna manera a ella. ¿Hasta cuál meta? Hasta que Cristo fuera formado en ellos. Hasta que llegaran a ser la clase de creyentes en lo que Cristo es el todo. El nuevo nacimiento incluye dolores de parto, Pablo los sufre por amor a ellos, incluso esta dispuesto a tener segundos dolores para que comprendan la esencia de la verdadera espiritualidad.
La idea de “dar forma” es que el Señor Jesucristo fijara su Residencia en ellos, dominando cada área hasta moldearla de acuerdo a la imagen que Dios quiere restaurar en ellos. Pablo esta pidiendo renovación espiritual completo, la verdadera espiritualidad. Pablo había aprendido que la única forma de vivir la espiritualidad era vivir para Cristo, esa es la única manera de glorificar a Dios, y los exhorta a vivir de esa manera, como él lo esta haciendo.
La característica más importante de una vida espiritual es el crecimiento, es lo más importante, el crecer de forma continúa. Cada determinado tiempo debemos evaluar nuestra relación con Dios y ver cuánto hemos avanzado. Puede que hay intervalos sin progreso, pero no lo considere una catástrofe, la esencia es estar comprometido con un proceso de constante crecimiento espiritual. La esencia de ese crecimiento continuo es más importante que nuestro estado actual.
La espiritualidad es la historia de la iglesia que Dios quiere en este siglo, de hecho es la estrategia para hacer crecer su iglesia, todas las actividades que realice la iglesia en este tiempo deben centrarse en incrementar la calidad de la vida cristiana de los discípulos.
No hay atajos para alcanzar la espiritualidad: y parece que la causa común que toman como pretexto todos los creyentes es el de “no tener tiempo”. Dios si tiene el tiempo para sostenernos, consolarnos, fortalecernos, darnos dirección, pero ¡nosotros no tenemos tiempo para cultivar nuestro compañerismo con él!. Es muy fuerte la tentación de hacer que nuestra relación con Dios sea teórica, en lugar de personal, creemos que la salvación es un solo acto que se realiza al abrir nuestro corazón a Cristo, no tomamos conciencia de que al abrir el corazón a Cristo es para seguirlo como discípulo, ¡todos los días de nuestra vida! ¡Sabe usted que la palabra Cristiano aparece sólo 3 veces en el Nuevo Testamento y la palabra discípulo 269! El apóstol Pablo fue cualquier cosa menos un defensor de la escuela de “un solo acto”, él dedico toda su vida a vivir cerca de Cristo, su Señor y Salvador
¿Tan insensatos sois? Habiendo comenzado por el Espíritu, ¿vais a terminar ahora por la carne?Gálatas 3:3 LBLA
Pablo dice a los Gálatas: su conducta es un retroceso de la madurez a la inmadurez, de la espiritualidad a la no espiritualidad, si al creer recibieron el Espíritu Santo como capacitador para vivir en ella, ¿cómo pueden llegar a pensar ahora que la espiritualidad se puede vivir en la carne? La carne aquí, no se refiere al cuerpo físico, sino más bien a la naturaleza humana a la rebelión que caracterizaba su vida sin Dios, ¿Cómo pueden pensar que esos recursos les van a llevar a Dios y a su presencia?
En la enseñanza de Pablo el Espíritu Santo el encargado de llevarnos de la justificación a la restauración de vida. Es una manera de vivir libre, grata y desafiante. Es un dejarse impulsar por el Espíritu de Dios, que nos mueve a caminar desde la desarmonía hacia la armonía; de la desorientación a la orientación; de la crisis a la esperanza. La espiritualidad bíblica nos permite amar y perdonar, agradecer y ayudar, consolar y apoyar, cantar y danzar, llorar y reír, y, sobre todo, nos ayuda a vencer, en medio de la adversidad

Dios no trabaja según planes o propósitos humanos. Todos sabíamos esto, ¿no es así? Con frecuencia nos encontramos diciendo, “las maneras de Dios no son nuestras maneras,” especialmente cuando sencillamente no podemos ver porque las cosas no van como pensamos que deberían. Pero es muy diferente actuar en maneras que jamás serían consideradas el resultado de planificación humana que es aceptar cosas que no suceden según los planes humanos. La aceptación es pasiva. Es la manera que son las cosas.
Pero, ¿cuantas veces hemos tomado un curso de acción deliberadamente que no encaja con las del mundo? Me temo que no muchas. Podremos ser buenos ciudadanos pasivos del Reino (usualmente porque no tenemos otra opción), pero no somos tan buenos en escoger los caminos del Espíritu a costa de lo que parece ser perfectamente razonable desde la perspectiva humana.
Cuando Pablo le pregunta a los cristianos de Galacia el por qué revierten a los sistemas operativos del mundo, el no sugiere que súbitamente se han convertido en idólatras inmorales. Está señalando que en algún punto del camino han comenzado a pensar que la gracia de Dios se había mezclado con el esfuerzo humano. Comenzaron a creer que un poco de sabiduría humana ayudaría a acercar el Reino. Comenzaron a incorporar los grandes principios humanos al diseño de Dios. ¡Pablo está escandalizado! ¿Acaso han olvidado que aquellos que entablan amistad con el mundo convierten a Dios en enemigo?
Para la palabra TERMINAR, Pablo usa el verbo epiteleo, (también significa someterse y ejecutar) una forma intensificada del verbo, que significa ser completado o terminado. Es como un punto de exclamación al final del pensamiento. ¿Cómo puedes comenzar en el Espíritu y pensar que puedes ¡terminar! en la carne? ¡Imposible! La gracia jamás admite un toque final humano.
Ahora puedes estar diciendo, “Pero yo no intento mezclar la gracia de Dios con mis obras. Yo se que la salvación solo viene por gracia.” Muy bien. Pero examina tus obras. ¿Cuántas veces te has preocupado por tu trabajo, cuidadosamente planificado para la cuenta bancaria de tu vejez, ó ingeniado una manera más rápida de avanzar, o maniobrado una relación para tu beneficio? ¿Cuántas veces has procedido, con intensiones nobles, sin consultar primero con el propósito y plan de Dios? ¿Cuántas veces has esperado hasta que Dios te envió a actuar, antes de cerrar el trato? ¿Cuántas veces has asumido que mañana será igual que hoy? ¿Cuántas veces has olvidado agradecerle a El por tu trabajo, tu familia, tu casa y tu vida (o pensaste que te los habías ganado)? ¿Cuántas veces has actuado como si los activos en tu mano eran tuyos? ¿Cuántas veces comenzaste de nuevo a hacer cosas buenas con el propósito de ganar el favor de Dios cuando necesitabas que las cosas salieran como tú lo deseabas? ¿Cuántas veces has citado la sabiduría del mundo sobre el buen trabajo, la buena educación y el buen vecindario mientras ignorabas la necesidad de un corazón puro y manos limpias?. ¡Gálatas insensatos! ¿Creyeron que una vez que aceptaban el perdón de Jesús podían regresar a la vida de antes? Lo que comienza con el Espíritu no puede proceder de ninguna otra fuente.
Es innumerable el número de personas que en la esfera espiritual han encontrado la plenitud del significado y propósito de su existencia, han descubierto el gozo que se deriva de SU relación con Dios
En lo que concierne a la influencia de la espiritualidad es evidente en la historia, la formación de naciones, su aportación a las artes y las letras. Las maravillosas catedrales que existen en el mundo y si de la arquitectura pasamos a la pintura, vemos que la mayor parte de los cuadros famosos están inspirados en temas religiosos. Algo parecido, aunque en menor escala puede decirse de la música, que sufriría un empobrecimiento si desaparecieran las cantatas de Bach, los oratorios de Hendel, los cantos e himnos usados por las iglesias y los “espirituales negros” y muchas otras composiciones. Si juntamos todas estas influencias vemos la luz que la espiritualidad ha aportado a generaciones y al mundo. Un periodista comentaba: “Lo religioso ha nutrido todo arte y pensamiento y está en nuestro código genético cultural: ¿Muerte a todo eso? Sería el mayor atentado contra la civilización” (Víctor Amela)
En resumen, espiritualidad es el conjunto de principios y practicas en relación con lo divino o trascendente, que caracterizan la vida de un grupo de personas en relación con aquello que creen, las diferentes maneras de experimentar la trascendencia, y el modo como la vida es entendida y vivida.
(Final, Grafica de la RESTAURACIÓN)
Restauración, para el individuo, significa reemplazar la muerte espiritual con la vida espiritual. Ezequiel 36.25–28 describe gráficamente esta sustitución. Pero no sólo recibimos un nuevo tipo y una nueva calidad de vida, sino también debemos crecer en ella. En muchos versículos vemos reflejados ese proceso de crecimiento como una obra del Espíritu Santo (Jn 16.23; 17.22; Ro 8.13; Flp 1.6; 2.13; Col 1.27). Por medio de su Espíritu Santo, Dios continúa y perfecciona la obra que inició con nuestra salvación.
No debe haber división (cisma) en el cuerpo (v. 25), puesto que todos participamos de la misma vida mediante el Espíritu. Pero no es suficiente simplemente evitar la división; debemos también interesarnos los unos por los otros y procurar edificar la iglesia y fortalecer el cuerpo. En el cuerpo humano la debilidad o dolor de uno de los miembros afecta a los demás miembros. Esto también es cierto en el cuerpo espiritual: si un creyente sufre, todos sufrimos; si un miembro crece en fuerza, todos recibimos ayuda. Este hecho coloca sobre cada cristiano la responsabilidad de ser un miembro lo más fuerte posible. Efesios 4.16 indica que cada parte del cuerpo hace algún tipo de contribución hacia el crecimiento de la iglesia. No es suficiente nacer en la familia de Dios; también debemos crecer espiritualmente. Esto demanda diligencia y fervor; un cristiano perezoso y descuidado no crece.

La vida espiritual es dejar cabida a Dios en nuestra vida. Es dejarse guiar por el Espíritu. En la persona donde hay un lugar importante para Dios, ahí hay espiritualidad cristiana. ¿Ha renunciado alguien aquí a la espiritualidad? ¿Cómo saberlo?
Por las evidencias:

I.- PERDIDA DE LA FELICIDAD Gálatas 4: 13-15



II.- EL AISLAMIENTO DE LOS DEMÁS 4:15-17



III.- EL ESTANCAMIENTO DE SU CRECIMIENTO 4:18-20

Comentarios

Entradas populares de este blog

NOÉ, UN PADRE QUE CONFIÓ EN DIOS.

UNa teología de ls emociones