LUCHANDO POR LA BENDICIÓN. Génesis 32:22-32 Hay inventos útiles y otros, que si bien es cierto, no sirven para nada, no dejan de despertar curiosidad. Uno de ellos, en particular, siempre me ha llamado la atención. Se trata de la "máquina del tiempo", concebida por un hombre en Francia, en el siglo XVIII. Después de muchos desvelos y días inagotables de trabajo constante, presentó al mundo su propuesta: Era una cápsula de madera. En su interior cabía una persona, sentada. La lógica de su funcionamiento era sencilla, según explicaba el inventor. Mediante un ingenioso artificio de ruedas y engranajes, el aparato giraba en el sentido contrario a las manecillas del reloj. Su autor razonaba que si la tierra se mueve en determinada dirección, y lo ha hecho así por años dando lugar al concepto de tiempo, al crear un dispositivo que lo hiciera, pero al revés, quien se introdujera en el aparato retrocedería días, meses, años... Por supuesto, dicho fenómeno propio de la inventiv...